La gestión de la convivencia escolar en la educación básica en México:
desde la perspectiva del marketing educativo
The management of school coexistence in basic education in Mexico:
From the perspective of educational marketing
Emigdio Larios-Gómez
1a
Benemerita Universidad Autónoma de Puebla, México
1
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-3514-1319
1
Recibido: 08 de setiembre de 2020 Aceptado: 03 de diciembre de 2020
Resumen
El objetivo del trabajo fue evaluar el clima escolar percibido (escolar y de aula) en la escuela
secundaria de Amozoc de Mota (Puebla, México) desde una perspectiva del marketing
educativo. Se desarrolló una investigación de tipo concluyentedescriptiva y transversal,
encuestando de manera presencial a 215 docentes con un instrumento adaptando lo constructos
sobre el Estudio de conductas, clima y convivencia escolar. Asimismo, se trató del análisis del
ambiente escolar encuestando a 150 estudiantes. En los resultados analizados se pudo observar
que el profesor de secundaria no percibe apoyo ni se siente valorado por parte de sus pares y
directivos, lo que genera un clima laboral complejo e influye en una gestión difícil para la
convivencia escolar. Se concluye que el profesor es un agente de andamiaje en el clima escolar,
permite establecer en el Aula un espacio de instrucción y de construcción del aprendizaje con
vínculos positivos, clima cordial y de seguridad con reglas y límites. Asimismo, promueve en
los alumnos el desarrollo-aprendizaje personal, social académico y cognitivo para la vida.
Además, el rol del docente dentro del aula es de primordial importancia en el clima de aula que
perciban los alumnos. Los alumnos se sienten bien entre ellos, aceptados y respetados con base
en la postura conciliadora, interventora y de autoridad del profesor. Y es donde el Marketing
Educativo cumple su función y puede ayudar a mejorar la convivencia y promover las
relaciones basadas en el respeto y la aceptación. Lo que desarrollará en los alumnos, docentes,
directivos y padres de familia actitudes asertivas, críticas, con valores y conciencia analítica.
Palabras Clave: convivencia escolar; gestión escolar; clima escolar; clima de aula; marketing
educativo
a
Correspondencia al autor:
E-mail: herr.larios@gmail.com
ISSN 2312-4253(impresa)
ISSN 2078-4015(en línea)
20
Apuntes Universitarios, 2021: 11(2), abril-junio ISSN:
2304-0335 DOI: https://doi.org/10.17162/au.v11i2.630
apuntesuniversitarios.upeu.edu.pe
Abstract
The objective of the work was to evaluate the Perceived School Climate (school and classroom)
in the Amozoc de Mota secondary school (Puebla, Mexico) from an educational marketing
perspective. It was developed a conclusive-descriptive and transversal research, surveying 215
teachers with an instrument adapting the constructs on the Study of behaviors, climate and
school coexistence. Likewise, the analysis of the school environment was carried out by
surveying 150 students. In the results analyzed, it was observed that the secondary school
teacher does not perceive support or feel valued by his peers and directors, which generates a
complex work environment and influences a difficult management for school coexistence. It
was concluded that the teacher is an agent of scaffolding in the school climate, allowing the
establishment of an instructional space in the classroom and the construction of learning with
positive ties, a cordial and safe climate with rules and limits. Likewise, it promotes in the
students the personal, social, academic and cognitive development-learning for life. In addition,
the role of the teacher within the classroom is of paramount importance in the classroom climate
perceived by the students. Students feel good about each other, accepted and respected based
on the teacher's conciliatory, intervening and authoritative stance. This is where Educational
Marketing comes in and can help improve coexistence and promote relationships based on
respect and acceptance. This will develop in students, teachers, managers and parents assertive
and critical attitudes, with values and analytical awareness.
Keywords: school life; School Management; school climate; classroom climate; educational
marketing
Introducción
La demanda de profesionales sensibles y comprometidos, que tengan una formación que
ayude a adaptarse a los nuevos requerimientos socio-laborales del entorno (Montes y Suárez,
2016) y a la convivencia social (Konishi et al., 2017), exige a las instituciones de Educación
Básica (IEB) como a las Instituciones de Educación Superior (IES), que a partir del desarrollo
de competencias (Braghirolli, Ribeiro, Weise y Pizzolato, 2016) genéricas, técnicas,
profesionales y blandas desarrollen las habilidades innovadoras como pensamiento crítico,
creatividad, colaboración y comunicación (Qian y Clark, 2016) en los estudiantes desde sus
inicios académicos con el objetivo de resolver problemas y tomar decisiones en los diferentes
campos de profesionales, empresariales, políticos y religiosos. Es así, que el desarrollo de
competencias en las aulas se ha visto limitado en la clase debido a que se emplean técnicas y
estrategias tradicionales que limitan el aprendizaje de la decisiones y cierra la visión ante los
cambios del entorno (Brennan y Vos, 2013), ya que estas técnicas sólo involucran el desarrollo
del área cognitiva de los estudiantes (Dávila y Velásquez, 2007) y no el desarrollo de las
competencias sociales para una convivencia en un ambiente sano, seguro y libre de violencia
(Larios-Gómez, Larios y Peña, 2018).
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El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND), en México establece el promover
ambientes seguros para el estudio, en todas las escuelas del país. Así como fomentar la sana
convivencia en un ambiente sano previniendo las situaciones de acoso escolar (PND, 2013),
como principales líneas de acción en el rubro de educación, respecto al Clima Escolar. Por lo
que el Gobierno Federal en México, por medio de la Secretaría de Educación Pública (SEP),
estableció una Política Nacional para contar con escuelas libre de acoso escolar y una buena
convivencia para la mejora educativa. Es así, que a partir del ciclo escolar 2016-2017, la
Subsecretaría de Educación Básica (SEB), implementó el Programa Nacional de Convivencia
Escolar (PNCE) con el propósito de garantizar las condiciones óptimas para una convivencia
en la escuela y para un clima favorable en beneficio del aprendizaje. Teniendo como objetivo:
Favorecer el establecimiento de ambientes de convivencia escolar armónica, pacífica e
incluyente, que coadyuven a prevenir situaciones de acoso escolar en escuelas públicas de
educación básica, propiciando condiciones para mejorar el aprovechamiento escolar(PNCE,
2017, p. 5) y sus objetivos específicos son:
1) Promover el desarrollo de ambientes adecuados para optimizar los procesos
aprendizaje de las y los alumnos, 2) Proporcionar herramientas a los docentes para
fomentar el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales de las y los alumnos de
educación básica, 3) Fortalecer la autoestima, la autorregulación de las emociones, el
aprecio por la diversidad, el respeto a las reglas, la toma de acuerdos, la resolución
pacífica de conflictos y el fortalecimiento de los valores familiares y 4) Promover la
participación de las familias en la creación de ambientes escolares que contribuyan a la
convivencia pacífica y al desarrollo integral de los alumnos (p. 6).
Las estrategias de acción que se han propuesto para la convivencia escolar en el PNCE,
se tienen cinco directrices (SEB, 2016): 1) Las habilidades sociales y emocionales y su
desarrollo., 2) Las emociones con su expresión y manejo (Trabajo integral y de desarrollo con
docentes), 3) El manejo de conflictos a través del diálogo y acuerdos (Vinculación
Interinstitucional), 4) El aprecio por la diversidad y 5) El fortalecimiento de los valores
familiares (Trabajo integral con la familia). Y lleva ya cuatro años de existencia, y desde
entonces implementa diagnósticos sobre el clima escolar, lo han favorecido el clima escolar y
el aprendizaje de los estudiantes. El inicio fue con los ciclos escolares 2014-2016, con el
Proyecto a favor de la Convivencia Escolar y su implementación en de primaria. Para el ciclo
escolar 2016-2017 se implementó en el mismo nivel escolar, ahora para primaria de 1°a
grado. En el ciclo escolar 2017-2018, la implementación abarco los niveles de preescolar,
primaria y secundaria. Desde el ciclo escolar 2018-2019, la Convivencia Escolar favorece
ambientes de aprendizaje seguros y libres de acoso y de violencia, coadyuva al desarrollo
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personal y social en el desarrollo emocional (desarrollo socioemocional), con autonomía
curricular (Aguilera, 2015).
En Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en México, ha
estudiado la violencia en la convivencia escolar como un elemento de la calidad educativa desde
dos perspectivas: 1) Desde el contexto para la enseñanza y el aprendizaje, como son las
características de la escuela, las prácticas educativas, los recursos y lo procesos para la
enseñanza y el aprendizaje y 2) Desde el resultado del aprendizaje. Es decir, el desarrollo de
habilidades para aprender a convivir.
Revisión de la literatura
Clima Escolar Percibido (escolar y de aula)
Desde hace aproximadamente diez años, la investigación educativa en México contaba
con pocas investigaciones de tipo cuantitativo sobre temas de calidad educativa, gestión
educativa y más recientemente sobre la convivencia escolar. Para propósitos de la presente
investigación, se abordará la dimensión sobre Clima Escolar exclusivamente y se dejarán las
otras dimensiones para investigaciones futuras. Desde Edmonds (1979); Lee y Bryk (1989) y
Lee et al. (1997), como pioneros, se ha mostrado que el Clima Escolar impacta en la calidad y
la equidad educativa y construye las relaciones entre los agentes educativos (Loukas & Murphy,
2007), y abarca aspectos sobre los procesos de comunicación y resolución de conflictos. Es
decir, entre directivo-docente, lo que favorece la seguridad a los alumnos a través del respeto y
la convivencia con la menor frecuencia de comportamientos violentos entre los pares (Greene,
2006; Stephenson y Smith, 2008; Johnson, 2009; Collie, Shapka y Perry, 2011; Good,
McIntosch y Gietz, 2011). Y desde estas perspectivas, se puede observar a la convivencia
escolar como un proceso interaccional personal y subjetivo (de alumnos, profesores y
directivos) de una institución enmarcada por un conjunto de políticas y prácticas (involucradas
en el proceso enseñanza-aprendizaje), que configuran y enmarcan este mismo proceso en sus
dimensiones y escalas de los involucrados de la convivencia escolar. Y las Dimensiones del
Clima escolar son: 1) Manejo de conflictos, 2) Participación de los estudiantes, 3) Trato
inclusivo y 4) Disciplina escolar, que determinan los sujetos involucrados y su relación con
otros sujetos, como se puede observar en la Tabla 1.
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Tabla 1
Dimensiones y Escalas de la Convivencia Escolar
Dimensiones
Escalas
Clima escolar
Relación entre docentes y estudiantes
Relación entre estudiantes
Relación entre docentes
Manejo de conflictos
Intervención docente para el dialogo y el entendimiento
mutuo
Participación de los
estudiantes
Participación de los estudiantes en el aula
Participación de los estudiantes en la escuela
Trato inclusivo
Trato inclusivo entre los estudiantes
Disciplina escolar
Prácticas disciplinarias que atentan contra los derechos de los
estudiantes
Fuente: Aguilera (2015).
Asimismo, el clima escolar, se considera predictor en los resultados académicos de los
estudiantes (Benbenishty et al., 2016), así como un ajuste en la vida escolar del alumno, desde
un enfoque psicológico (Voight y Nation, 2016). Y pone de relieve la importancia de la calidad
entre las interacciones (bienestar y su sentimiento de aceptación y valoración por los demás),
de los estudiantes y de estos entre los docentes (Oliva et al., 2009). Espelage, Low y Jimerson
(2014); Konishi et al. (2017); Low y Van Ryzin (2014) concluyen que el clima escolar se
relaciona con el bienestar del alumno, con los resultados académicos y con las conductas y
actitudes de acoso. Desde esta perspectiva, también es considerado como factor en la influencia
en el logro académico de los alumnos en la escuela y, por tanto, en la calidad y equidad de los
resultados educativos tanto en el aula, como en la escuela en su inmersión global (Blanco, 2009;
Juárez y Fierro, 2013), con las relaciones interpersonales en el aula, disciplina escolar y
resolución de conflictos. Y varios de estos aspectos están relacionados en el contexto actual con
la convivencia escolar efectiva, que en décadas pasadas se asociaban al currículo oculto.
Finalmente, el clima escolar debe promover el desarrollo de los alumnos desde una
perspectiva personal, social y académica. Debe facilitar el establecimiento de vínculos positivos
entre los alumnos y los profesores. Así como también debe promover un clima afectuoso y de
seguridad, con normas y límites claros, sin descuidar la proximidad afectiva en las relaciones y
el sentimiento de autovaloración, pertenencia y orgullo (Oliva, 2015; Pertegal et al., 2015).
Entonces, para construir un clima social-escolar afectivo, se requiere de convenciones sociales
y hábitos de cortesía, la promoción de valores éticos y el cuidado del otro (en la convivencia) y
las relaciones familiares (en la administración y sostenimiento de la escuela (Landeros y
Chávez, 2015).
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Voight y Nation (2016) proponen una serie de dimensiones que integran el clima escolar
en la escuela, que inciden las prácticas y los programas académicos, en pro del el rendimiento
y el bienestar del alumno: relaciones interpersonales, disciplina, ambiente físico, seguridad,
participación y respeto a la diversidad. Más reciente, Konishi, Miyazaki, Hymel y Waterhouse
(2017), proponen dimensiones desde el enfoque académico, social, físico (seguridad) y afectivo
(vinculación). Así también, en México para el INEE (2018; 2019), las dimensiones del Clima
Escolar son la relación que se da entre profesores y los estudiantes, la relación que se da sólo
entre los estudiantes y la relación que se da sólo entre profesores, ver Figura 1.
Figura. 1. Dimensiones del Clima Escolar (Adaptado de Voight y Nation 2016; Konishi, Miyazaki,
Hymel y Waterhouse, 2017; INEE; 2018; 2019).
Blanco (2009) en sus estudios sobre el Clima Social Escolar, lo divide en dos subtemas
para su mejor análisis: 1) en el mismo clima escolar y 2) en el clima de aula. Ambos como
factor de gran importante para la calidad educativa y como sistemas de representaciones donde
interactúan los actores escolares en el proceso enseñanza-aprendizaje (el proceso educativo, el
trabajo grupal y las interacciones entre docente-alumno y directivo-docente). Describe como
Clima Escolar las representaciones que se dan entre los significados compartidos por los
maestros y el directivo y describe al clima de aula como las representaciones significativas que
comparten los alumnos de un grupo y su maestro (2010). Y lo divide en dos subtemas para su
mejor análisis: 1) en el mismo clima escolar y 2) en el clima de aula. Este último, tiene dos
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dimensiones desde la percepción de los profesores y desde la percepción de los alumnos, y se
entiende como las relaciones entre los alumnos y su profesor ya sea el tutor del grupo o del
profesor de cualquier asignatura dentro del Aula (salón o laboratorio), que afecta
significativamente la autoconcepción de los alumnos y su nivel de aprendizaje (Link y Ratledge
1975; Alexander et al. 1987). Debido a que el Aula es un espacio de instrucción y de
construcción del aprendizaje y de las relaciones sociales, ambos involucrados en el proceso
educativo y sus resultados en el aprendizaje social, educativo, cognitivo y para la misma vida.
Si bien, la unidad de análisis en el clima escolar es la escuela (con todos sus agentes
involucrados). El proceso educativo realmente se da dentro de aulas, mediante las
representaciones e interacciones entre el (tutor) o los profesores (diferentes asignaturas) y sus
alumnos, y aislados muchas de las veces de los grupos (aulas) restantes, ya sean del mismo
grado o grados inferiores o superiores. Entonces, desde la perspectiva de Blanco (2009), de
Voight y Nation (2016), de Konishi et al., (2017), del INEE (2018; 2019) y de Landeros y
Chávez (2015), el aula también es una unidad de análisis como la misma escuela en su
totalidad y el grupo de padres de familia por aparte en el clima social escolar. Las relaciones
entre los alumnos y su profesor ya sea el tutor del grupo o del profesor de cualquier asignatura
dentro del Aula (salón o laboratorio), afectan significativamente la autoconcepción de los
alumnos y su nivel de aprendizaje (Link y Ratledge 1975; Alexander et al. 1987). Debido a que
el Aula es un espacio de instrucción y de construcción del aprendizaje y de las relaciones
sociales, ambos involucrados en el proceso educativo y sus resultados en el aprendizaje social,
educativo, cognitivo y para la misma vida.
El marketing educativo
El marketing en colegios y universidades se ha aplicado en los últimos años veinte años
(Wasner & Bruner, 2000), debido a la competencia en las instituciones de educación básica
media y superior lo que ha forzado a satisfacer al cliente [estudiantes reales y estudiantes
potenciales, y padres de familia] (Kotler 2000; Schultz, 2002). A lo que se le ha llamado
marketing o mercadotecnia educativa, teniendo origen en la mercadotecnia social (Russell-
Bennett et al., 2016), aunque también tiene un origen desde su objetivo comercial: el de
posicionar y vender los servicios educativos. Manes (2005), argumenta que es necesario que la
Institución Educativa (IE), pública o privada, deba incorporar en su estructura al marketing
como proceso y designar un responsable del área al servicio de la comunidad educativa. Por
otro lado, Naranjo (2011) afirma que las estrategias del Marketing Educativo tienen como
objetivo crear y facilitar a los clientes consumidores (estudiantes), puedan interactuar en
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situaciones de aprendizaje participativo dentro y fuera de contextos educativos, en su
individualidad y diversidad. Finalmente, Larios-Gómez (2015, p. 10) define a la mercadotecnia
educativa como
la herramienta estratégica de la gestión, que ejecutan las instituciones de educación
(de todos los niveles o grados escolares) y que permite satisfacer necesidades de
desarrollo personal para la adquisición de nuevo conocimiento, a través de la
comercialización (intercambio y venta) de un servicio [educativo], de forma directa o
indirecta (presencial o virtual).
El campo de acción del marketing es holístico, que ha impactado no solo en las
disciplinas que integran las ciencias administrativas y sociales, sino también en las disciplinas
de las ciencias exactas. Asimismo, en la tecnología, en la religión, en los deportes y en la
educación, entre otros campos de acción. El marketing se ha integrado a la educación desde la
comercialización de los servicios educativos, en el estudio del clima laboral y hasta en el
proceso enseñanza-aprendizaje. En este último, no es reciente, desde 1970 se ha visto reflejado
en juegos, simuladores, apps, interacciones offline y outline con el consumidor de forma directa
[BTL por sus siglas en inglés below the line] y en estudios del comportamiento del consumidor
(Vos, 2015; McRaith y Goeldner, 1962; Forrester, 1959; March, 1962; Shycon y Maffei, 1960;
Titus y Petroshius, 1993). Por lo que respecta al clima laboral de las organizaciones y en
especial en las que se dedican a la educación, el marketing interno funciona como una
herramienta de análisis y diagnóstico que enfatiza que los empleados son primer mercado de
estudio para las IE (Wasner, Gordon y Bruner, 2000). Debe garantizar que los empleados
(directivos, docentes, personal administrativo y de servicios de apoyo general) perciban que la
dirección se preocupa por ellos y sus necesidades y una vez satisfechos se ofrezca un excelente
servicio educativo a los clientes (Ewing y Caruana, 1999; Gronroos, 1990, 2000; Kotler, 2000;
Caruana y Calleya, 1998).
Las IE públicas y privadas en México, estas últimas principalmente si ponen en práctica
el marketing interno educativo, y se han percatado que la orientación del mercado se ha
modificado en relación a los intercambios entre empleadores y empleados en el mercado interno
(Lings y Greenley, 2005) e implica el desarrollo de una inteligencia emocional relacionada con
los deseos y necesidades de los empleados (Johlke y Duhan, 2000), que se enfoca en los
diferentes tipos de interacciones entre gerentes y el personal educativo, como a) la generación
formal de información escrita a través de los medios oficiales de la IE, b) la generación formal
de información cara a cara en la interacción interna y c) la generación informal de información
cara a cara que se da fuera de los contextos laborales y en menor proporción dentro del mismo
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(Santos y Gonçalves, 2018). Entonces, el Marketing Educativo Interno ayuda a mejorar la
convivencia y promueve las relaciones basadas en el respeto y la aceptación, que aunado con
los planes y programas educativos, y las estrategias de convivencia escolar los alumnos
desarrollan actitudes asertivas, críticas y conciencia analítica (Tuvilla, 2004; Pineda-Alfonso y
García-Pérez, 2016; Celkan et al., 2015).
Materiales y métodos
El presente trabajo de investigación tuvo el objetivo de evaluar el clima escolar
percibido (CEP) integrado por el clima escolar y el clima de aula, en las escuelas que integran
la supervisión de la Zona Escolar 038 de nivel secundaria en Amozoc de Mota en Puebla
México desde una perspectiva del marketing educativo interno. Se trata de un estudio de tipo
concluyentedescriptivo y transversal (Kerlinger y Lee, 2002; Malhotra, Kim y Patil, 2006), a
través de la aplicación de una encuesta presencial a docentes y a alumnos. Se tomaron en cuenta
la totalidad de las escuelas secundarias que integran el municipio (13 escuelas, es decir fue un
censo) y con base en el ciclo escolar 2017-2018 la planta docente fue de 215 profesores (76 son
hombres y 139 son mujeres). Y la muestra de alumnos fue por conveniencia, de 150 alumnos,
por lo que la investigación es no probabilística.
Se aplicaron dos instrumentos tomados y adaptados del Estudio de conductas, clima
escolar y convivencia en los centros escolares de Cantabria (Lázaro-Visa & Fernández-Fuertes,
2018). La operacionalización del constructo en sus variables, se puede observar en la Tabla 2,
para el instrumento A, aplicado a profesores integrado por 16 ítems en total, para medir el Clima
Escolar Percibido (CEP) se emplean 8 ítems, en las relaciones entre profesores y sus directivos,
se emplean 2 ítems, en las relaciones de la convivencia y el clima escolar y se emplean 6 ítems
para medir la valoración del profesor en sus relaciones con los demás agentes en el clima escolar
(alumnos, autoridades, directivos, compañeros de trabajo. Y el instrumento B aplicado a los
alumnos integrado por 32 ítems, para medir el Clima de Aula Percibido (CAP) se emplean 14
ítems; para medir el autoconcepto (AC) se emplean 5 ítems y para para medir las normas de
convivencia (NC) se emplean 13 ítems (desde la perspectiva del alumno).
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Tabla 2
Operacionalización de Variables: Clima Social Escolar
Variables
Dimensión 1
Dimensión 2
Ítems
Clima
Escolar
Instrumento A:
Relaciones entre
profesores y sus
directivos
Para medir el
Clima de Aula
Percibido (CAP) se
emplean 8 ítems,
en las relaciones
entre alumnos
desde la
perspectiva del
profesor.
Para medir el
Clima Escolar
Percibido (CEP) se
emplean 7 ítems
perspectiva del
profesor.
15 ítems
Clima de
Aula
Instrumento B:
1. Relaciones entre
los alumnos y sus
profesores
2. Relaciones entre
los alumnos y sus
compañeros
Para medir el
Clima de Aula
Percibido (CAP) se
emplean 14 ítems.
Para medir el auto-
concepto del
alumno (AC) se
emplean 5 ítems.
Para para medir las
normas de
convivencia (NC)
se emplean 13
ítems (desde la
perspectiva del
alumno).
32 ítems
Fuente: Elaboración propia con información de (Lázaro-Visa & Fernández-Fuertes, 2018).
Resultados
Se realizó la validación del instrumento con expertos y se modificó el ítem (CP_C4),
que se repetía, ajustándolo respecto a la valoración de la labor docente del profesor de
secundaria (padres de familia). Se calculó la consistencia interna basado en el Alfa de Cronbach,
que permitió estimar la fiabilidad de los instrumentos, la cual fue de 0.965 para el instrumento
A (profesores) y de 0.873 para el instrumento B (alumnos), considerado excelente y adecuado
respectivamente (Nunnally, 1978).
Análisis de Correlaciones (KMO y Test De Bartlett)
Mateos y Martín (2002) describen que el KMO sirve para comparar las magnitudes de
los coeficientes de correlación general o simple con respecto a las magnitudes de los
coeficientes de correlación parcial. Al calcular el Índice Kaiser-Meyer-Olkin, se avaló la
adecuación de la muestra y que tan apropiado fue aplicar el Análisis Factorial. Los valores entre
0.5 y 1 indican que es apropiado aplicarlo. Por lo que se ocupó el Test de Esfericidad de Bartlett
para probar la Hipótesis Nula que afirma que las variables no están correlacionadas en la
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población. Es decir, si la matriz de correlaciones es una matriz de identidad, cuya fiabilidad sea
menor a 0.05 (Montoya, 2007), como se muestra en la Tabla 3.
Tabla 3
Prueba de KMO y Bartlett
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo
Prueba de esfericidad de Bartlett Aprox. Chi-cuadrado
Gl
Sig.
.923
4899.587
1256
.000
Fuente: Elaboración propia con SPSS 25.
Análisis del clima escolar desde la perspectiva de
los profesores (Instrumento A)
Como se puede observar, el nivel de correlación entre las variables y competitividad es
aceptable conforme a los parámetros que fueron establecidos. De igual manera el nivel de
significancia es óptimo porque presentó una significancia muy inferior al límite 0.05, pues fue
de 0.000, lo cual nos indica que la matriz de datos es válida para continuar con el proceso de
análisis factorial. También se muestra que el cuestionario presenta un amplio margen de los
grados de libertad (1256) porque tiene más posibilidades de respuestas y por último la Chi-
cuadrada nos dice que 4899.587son los ítems útiles y son aprovechados un 92% de la varianza
de los datos originales.
En la Tabla 4 se describe la medición del Clima de Aula Percibido (CAP) en el análisis
de la correlación, en las tres correlaciones, existe una relación lineal significativa positiva alta
(Johnson, 2003), entre el ítem CP_B2 y CP_A1 (con un coeficiente de Pearson r=.844** y
significativa al p= 0.000).
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Tabla 4
Correlación de los ítems: Docentes
Correlaciones
Clima de
Aula
Percibido
(CAP)
CP_B2
CP_A1
CP_A4
CP_A7
CP_B2
Correlación de Pearson
1
.844**
.815**
.869**
Sig. (bilateral)
.000
.000
.000
N
215
215
215
215
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
CP_B2 El clima de participación en sus clases es adecuado
CP_A1 En clase predomina la competencia sobre la cooperación.
CP_A4 Los niños/as agresivos y dominantes no les gusta respetar las normas de
convivencia.
CP_A7 En general, las relaciones entre los alumnos son buenas.
Clima de
Aula
Percibido
(CAP)
CP_B1
CP_B1
CP_A3
CP_A6
Correlación de Pearson
1
.796
**
.800**
Sig. (bilateral)
.000
.000
N
215
215
215
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
CP_B1 Valoración del clima de convivencia en sus clases
CP_A3 En el aula hay niños/as que muestran comportamientos intimidatorios sobre los
demás.
CP_A6 En general, mi relación con los alumnos es satisfactoria.
Clima
Escolar
Percibido
(CEP).
CP_C1
CP_C2
CP_C3
CP_C4
CP_C5
CP_B1
Correlación de Pearson
.621
**
.742
**
.735
**
.498
**
.511
**
Sig. (bilateral)
.000
.000
.000
.001
.001
N
215
215
215
215
215
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
CP_B1 Valoración del clima de convivencia en sus clases
En qué medida se siente valorado(a) en su función docente:
CP_C1 Por los alumnos
CP_C2 Por las autoridades educativas
CP_C3 Por la dirección de la escuela
CP_C4 Por los padres de familia
CP_C5 Por sus compañeros y compañeras
Clima
Escolar
Percibido
(CEP).
CP_B1
CP_C6
CP_B1
Correlación de Pearson
1
.680
**
Sig. (bilateral)
.000
N
215
215
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
CP_B1 Valoración del clima de convivencia en sus clases
CP_C6 Grado de satisfacción que experimenta en el ejercicio de su labor profesional.
Fuente: Elaboración propia con SPSS 25.
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Entre los ítems CP_B2 y CP_A4 (con un coeficiente de Pearson r=.815** y significativa
al p= 0.000) y finalmente entre los ítems CP_B2 y CP_A7 (con un coeficiente de Pearson
r=.869** y significativa al p= 0.000). Es decir, desde la perspectiva del profesor de secundaria
percibe que:
Con base en los comportamientos de los alumnos de secundaria en la clase, existe un
clima escolar de participación adecuado (en una escala del 1 al 5, la escala obtenida de
4 significa de acuerdo), es decir el 83.3% de los profesores lo percibe.
Los datos están conservadoramente dispersos y concentrados cercanos al promedio
respecto al .622, (Rango de 3= mínimo 2 y Máximo 5).
Respecto al clima de participación en clases predomina la competencia sobre la
cooperación entre los alumnos, con una media de 3.73 (ítem CP_A1), con el 76.2% de
la percepción de los profesores. Los datos están conservadoramente dispersos y
concentrados cercanos al promedio respecto al .857, (Rango de 3= mínimo 2 y Máximo
5).
En el análisis del CAP, se detectó que el principal problema que presenta el clima escolar
es que los niños/as agresivos y dominantes no les gusta respetar las normas de convivencia
(ítem CP_A4), observación manifestada por el 64.3% de los profesores (contra el 28.6 que no
está de acuerdo) y con una media de 3.43, y presencia de datos altamente dispersos y
concentrados cercanos al promedio respecto al 1.151, (Rango de 4= mínimo 1 y Máximo 5).
Sin embargo, en general, desde la percepción de los profesores de secundaria, el 90.5% percibe
que las relaciones entre los alumnos son buenas (ítem CP_A7), con una media 4.00 y los datos
están conservadoramente dispersos y concentrados cercanos al promedio respecto al .541,
(Rango de 3= mínimo 2 y Máximo 5).
Asimismo, en la Tabla 4 se describe la medición del Clima de Aula Percibido (CAP),
en las relaciones entre alumnos desde la perspectiva del profesor. En el análisis de correlaciones
2, existe una relación lineal significativa positiva alta (Johnson, 2003), entre el ítem CP_B1 con
los ítems CP_A3 (con un coeficiente de Pearson r=.796** y significativa al p= 0.000) y con
CP_A6 (con un coeficiente de Pearson r=.800** y significativa al p= 0.000). Se puede
interpretar que el clima de convivencia (CP_B1) de los alumnos en sus clases (x= 4.3 y σ= .570)
y que se perciba en el aula que hay niños/as que muestran comportamientos intimidatorios sobre
los demás (x= 2.9 y σ= 1.19). Es decir:
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Del 95.2% de los profesores que perciben una convivencia adecuada entre sus alumnos,
el 47.7% percibe comportamientos intimidatorios. Nos que hace reflexionar sobre la
existencia de casos de acoso escolar en la zona escolar 038 en Amozoc de Mota y su
imperante intervención por parte de las autoridades y profesores.
La medición del Clima Escolar Percibido (CEP), en las relaciones entre los profesores
y los demás agentes de convivencia en la escuela secundaria (alumnos, directivos y
padres de familia), se tiene que en el análisis de la medida de cómo se siente valorado(a)
el profesor en su función docente.
La correlación 3a en la combinación ítem CP_B1 Valor del clima de convivencia y los
ítems de la sección agentes del clima escolar (CP_C1, CP_C2, CP_ C3, CP_C4 y CP_C5). Se
sostiene que existe una relación lineal significativa positiva moderada (Johnson, 2003), en esta
correlación: 1) CP_B1 y CP_C1 con un coeficiente de Pearson r=.621** y significativa al p=
0.000, 2) CP_B1 y CP_C2 con un coeficiente de Pearson r=.742** y significativa al p= 0.000,
3) CP_B1 y CP_C3 con un coeficiente de Pearson r=.735** y significativa al p= 0.000, 4)
CP_B1 y CP_C4 con un coeficiente de Pearson r=.498** y significativa al p= 0.001 y 5) CP_B1
y CP_C5 con un coeficiente de Pearson r=.511** y significativa al p= 0.001.
Desde la perspectiva del profesor de secundaria en Amozoc de Mota (Puebla), del 95.2%
docentes que valoran el clima de convivencia escolar como adecuado en su escuela (x= 4.33 y
σ= .570) [De una escala del 1 al 5. Donde 1 es muy en desacuerdo y 5 muy de acuerdo], es decir
se sienten bien en su ambiente de trabajo, el 61.9% perciben ser valorados como mucho [De
una escala del 1 al 10. Donde 1 corresponde a nada y 10 corresponde a mucho] por los alumnos,
en una escala de 8 a 10 (CP_B1 y CP_C1 con un coeficiente de Pearson r=.621** y significativa
al p= 0.000). Parecido pasa o siente con sus compañeros (as), donde percibe que el 88% de sus
compañeros de trabajo valoran como mucho su valor docente. Con una media x= 8.5 y una
desviación estándar σ= 1.08, con presencia de datos altamente dispersos y concentrados
cercanos al promedio (CP_B1 y CP_C5 con un coeficiente de Pearson r=.511** y significativa
al p= 0.001).
Para el caso de las autoridades educativas (supervisión) y autoridades de la escuela
(director). Desde la perspectiva del profesor de secundaria en Amozoc de Mota (Puebla), del
95.2% docentes que se sienten bien en su ambiente de trabajo, el 78.6% perciben ser valorados
como mucho por las autoridades educativas (supervisión), en una escala de 8 a 10 (CP_B1 y
CP_C2 con un coeficiente de Pearson r=.742** y significativa al p= 0.000). Con una media x=
8.07 y una desviación estándar σ= 2.19, con presencia de datos altamente dispersos y
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concentrados cercanos al promedio). Contrario al 11.1% valorado de regular (escala 7) y el
4.8% como neutro (escala 5). Respecto a las autoridades de la escuela (director), sucede que el
95.2% perciben ser valorados como mucho por su director, en una escala de 8 a 10 (CP_B1 y
CP_C3 con un coeficiente de Pearson r=.735** y significativa al p= 0.000). Contrariamente, el
2.4% se siente valorado como regular y en el mismo porcentaje, el 2.4% nada. Con una media
x= 8.9 y una desviación estándar σ= 1.62 con presencia de datos altamente dispersos y
concentrados cercanos al promedio). Cabe señalar, que respecto a los padres de familia (desde
la perspectiva de los que se involucran con la educación de su hijo), sucede que el profesor
siente que solo en un 88.1% es valorado como mucho por los tutores o padres de familia de sus
alumnos, en una escala de 8 a 10. Contrario al 11.1% valorado de regular a neutro, en una escala
de 5 a 7. La relación es entre el ítem CP_B1 y CP_C4 con un coeficiente de Pearson r= .498**
y significativa al p= 0.001). Con una media x= 8.5 y una desviación estándar σ= 1.08 con
presencia de datos altamente dispersos y concentrados cercanos al promedio).
Finalmente, los datos correspondientes al Clima Escolar Percibido (CEP), la correlación
3b en la combinación ítem CP_B1 Valor del clima de convivencia escolar y 6) CP_C6 Grado
de satisfacción en el ejercicio laboral. Existe una relación lineal significativa positiva moderada
(Johnson, 2003) entre el ítem CP_B1 y CP_C6, con un coeficiente de Pearson r=.680** y
significativa al p= 0.000, desde la perspectiva del profesor de secundaria en Amozoc de Mota
(Puebla). Del 95.2% docentes que se sienten bien en su ambiente de trabajo, el 100% se siente
satisfecho con su labor profesional como profesor, con un grado de satisfacción como mucho,
en una escala de 8 a 10 (sólo la escala de 10 obtuvo el 61.9%, la escala de 9 el 28.6% y la escala
de 8 el 9.5%). Con una media x= 9.5 y una desviación estándar σ= .67, con presencia de datos
moderadamente dispersos y concentrados cercanos al promedio (Tabla 4).
Análisis del clima escolar desde la perspectiva del Alumno
(Instrumento B)
En la Tabla 5, se describe la medición del Clima de Aula (CA), en las relaciones entre
los profesores y sus alumnos, como agentes de convivencia en la escuela secundaria, se tiene
que en el análisis del Clima de Aula desde la perspectiva del alumno. La correlación múltiple
1 en la combinación ítem CA_D1 En clase tengo (amigos) y los ítems de la dimensión Clima
de Aula Percibido por el Alumno (CAPA): CA_E1, CA_E2, CA_E3, CA_E4 y CA1_F1. Se
sostiene que existe una relación lineal significativa positiva alta (Johnson, 2003), en esta
correlación: 1) CA_D1 y CA_E1 con un coeficiente de Pearson r=.835** y significativa al p=
0.000, 2) CA_D1 y CA_E2 con un coeficiente de Pearson r=.834** y significativa al p= 0.000,
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3) CA_D1 y CA_E3 con un coeficiente de Pearson r=.819** y significativa al p= 0.000, 4)
CA_D1 y CA_E4 con un coeficiente de Pearson r=.830** y significativa al p= 0.000 y 5)
CA_D1 y CA1_F1 con un coeficiente de Pearson r=.740** y significativa al p= 0.001.
Tabla 5
Correlación: Alumno (CAPA).
Fuente: Elaboración propia con SPSS 25.
Desde la perspectiva del alumno de secundaria en Amozoc de Mota (Puebla), del 72%
de los alumnos que manifiestan tener muchos amigos en su escuela (x= 1.88 y σ= .831), el
99.3% juegan mucho con ellos, en una escala de 1 (coeficiente de Pearson r=.835** y
significativa al p= 0.000). Asimismo, los alumnos consideran que los profesores les enseñan a
llevarse bien entre ellos. Con una media x= 1.26 y una desviación estándar σ= .458, con
presencia de datos altamente dispersos y concentrados cercanos al promedio (coeficiente de
Pearson r=.819** y significativa al p= 0.000). Y el profesor los motiva durante el trabajo diario
y en las relaciones entre ellos, afirmado por el 99.3%. Con una media x= 1.35 y una desviación
estándar σ= .493, con presencia de datos altamente dispersos y concentrados cercanos al
promedio (coeficiente de Pearson r=.819** y significativa al p= 0.000).
Finalmente, estos indicadores influyen en que los alumnos consideren que, solo el
49.3% que se lleva bien con sus compañeros de clase y el 50.7% se lleve regular. Con una
media x= 1.5 y una desviación estándar σ= .501, con presencia de datos altamente dispersos y
concentrados cercanos al promedio (coeficiente de Pearson r=.819** y significativa al p=
0.000). Y solo el 33.3% se considera apreciado por sus compañeros (escala 1=Bien) y el 66%
no tan apreciados (escalla 2=regular), con una media x= 1.67 y una desviación estándar σ= .484,
con presencia de datos altamente dispersos y concentrados cercanos al promedio (coeficiente
de Pearson r=.740** y significativa al p= 0.001). Respecto a la Dimensión Autoconcepto del
CA_D1
CA_E1
CA_E2
CA_E3
CA_E4
CA1_F1
CA_D1
Correlación de
Pearson
1
. 835
**
. 834
**
. 819
**
. 830
**
. 740
**
Sig. (bilateral)
.000
.000
.000
.001
.001
N
115
115
115
115
115
115
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
CA_D1 En clase tengo (amigos)
CA_E1 ¿Te dejan tus compañeros jugar con ellos?
CA_E2 En la clase el profesor nos anima en los trabajos que hacemos
CA_E3 Los profesores nos enseñan a llevarnos bien entre nosotros
CA_E4 Con los compañeros de clase me llevo
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Alumno (ACA), y su relación con el Clima de Aula, con base en el análisis de correlaciones, se
tiene que:
Relación CA_A5 y CA_B1 : Del 36.6% de alumnos que se auto-concibe como Valiente
y del 61.3 como ni valiente ni miedoso (2.1%=miedoso), considera que está muy de
acuerdo en que en general su relación con el profesor es satisfactoria (media x= 4.36 y
una desviación estándar σ=.735, con presencia de datos altamente dispersos y
concentrados cercanos al promedio y relación lineal significativa positiva moderada
(Johnson, 2003) con un coeficiente de Pearson r=.715** y significativa al p= 0.000).
Relación CA_A6 y CA_B5 : De los alumnos que se auto-concibe como Peleonero=
7.3% y no Peleonero y no Pacífico=32.7% (60%=pacífico) considera que está muy de
acuerdo en que en general su relación con sus compañeros es buena (media x= 3.9 y
una desviación estándar σ=.862, con presencia de datos altamente dispersos y
concentrados cercanos al promedio y relación lineal significativa positiva moderada
(Johnson, 2003) con un coeficiente de Pearson r=.752** y significativa al p= 0.000).
Relación CA_A7 y CA_B2: De los alumnos que se auto-concibe como Tristes= 3.3% y
ni triste y ni alegre=26.7% (70%=alegre) considera que está muy de acuerdo en que en
general la relación entre compañeros en el salón es buena (media x= 3.88 y una
desviación estándar σ=.862, con presencia de datos altamente dispersos y concentrados
cercanos al promedio y relación lineal significativa positiva moderada (Johnson, 2003)
con un coeficiente de Pearson r=.919** y significativa al p= 0.000).
Respecto a la Dimensión Aceptación de las Normas de Conducta por parte del Alumno
(ANCA), y su relación con el Clima de Aula, con base en el análisis de correlaciones, se tiene
que:
La Relación CA_A4 y las variables relacionadas con la aceptación de normas (CA_G1,
CA_G2 y CA_G3): La correlación múltiple es negativa, es decir, el índice indica una
dependencia total entre las variables es una relación inversa (cuando una de ellas
aumenta, la otra disminuye en proporción constante): Cuando los alumnos/as agresivos
acepten las normas de convivencia (CA_A4), entonces:
Los alumnos cuando hagan algo que no deben (como pegar, insultar, faltar al respeto,
etc) no estarán conscientes de lo que va a suceder o de las consecuencias (CA_G1). Es
una Correlación lineal significativa negativa moderada (Johnson, 2003), donde r= -
.661** y p=0.000.
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Los alumnos cuando en la escuela uno o varios de ellos peguen o insulten, percibirán
que los profesores no intervinieran (CA_G2). Es una Correlación lineal significativa
negativa moderada (Johnson, 2003), donde r= -.722** y p=0.000.
Los alumnos cuando en clase realicen actividades de integración, puede que reflexionen
o no que el motivo es para aprender a llevarse bien entre ellos (CA_G3). Es una
Correlación lineal significativa negativa moderada (Johnson, 2003), donde r= -.768**
y p=0.000.
Resultados del análisis de ANOVA
Se realizó la prueba ANOVA para la comparación de medias de tres intra-grupos
clasificados como Clima de Aula Percibido por los Alumnos (CAPA), Autoconcepto del
Alumno (ACA) y Aceptación de las Normas de Convivencia (ANCA). En la Tabla 6, se puede
observar que el análisis se realizó bajo un diseño ex post facto retrospectivo (León & Montero,
2003), que permitió analizar las medias de la Variable-Factor Clima de Aula (VFCA),
procurando la mayor representatividad de la población de cada grupo (Altman & Bland, 1996).
Tabla 6
Descriptivos variable-factor Clima de Aula (VFCA)
N
Media
Desviació
n típica
Error
típico
Intervalo de confianza
para la media al 95%
Mín.
Máx.
Límite
inferior
Límite
superior
CAPA
CA_A7
1.00
103
4.3592
.48212
.04750
4.2650
4.4534
4.00
5.00
2.00
46
2.8913
.64043
.09443
2.7011
3.0815
2.00
4.00
3.00
1
1.0000
.
.
.
.
1.00
1.00
Total
150
3.8867
.89395
.07299
3.7424
4.0309
1.00
5.00
ANCA
CA_A4
1.00
103
4.4563
.50052
.04932
4.3585
4.5541
4.00
5.00
2.00
46
2.6087
.77397
.11412
2.3789
2.8385
1.00
4.00
3.00
1
1.0000
.
.
.
.
1.00
1.00
Total
150
3.8667
1.06605
.08704
3.6947
4.0387
1.00
5.00
ACA
CA1_F1
1.00
103
1.5534
.49957
.04922
1.4558
1.6510
1.00
2.00
2.00
46
1.9565
.29488
.04348
1.8690
2.0441
1.00
3.00
3.00
1
1.0000
.
.
.
.
1.00
1.00
Total
150
1.6733
.48462
.03957
1.5951
1.7515
1.00
3.00
Fuente: Elaboración propia con SPSS 25.
Basados en la perspectiva de Blanco (2012) en sus estudios sobre el Clima Social
Escolar, donde divide en dos subtemas para su mejor análisis: 1) en el mismo clima escolar y
2) en el clima de aula. Este último, tiene dos dimensiones desde la percepción de los profesores
y desde la percepción de los alumnos, y se describe como las relaciones entre los alumnos y su
profesor ya sea el tutor del grupo o del profesor de cualquier asignatura dentro del Aula (salón
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o laboratorio), afectan significativamente la autoconcepción de los alumnos y su nivel de
aprendizaje (Link y Ratledge 1975; Alexander et al. 1987). Debido a que el Aula es un espacio
de instrucción y de construcción del aprendizaje y de las relaciones sociales, ambos
involucrados en el proceso educativo y sus resultados en el aprendizaje social, educativo,
cognitivo y para la misma vida. Es así que, con base en la operacionalización de variables, se
ha determinado las siguientes hipótesis:
Las medias de los grupos µ1 (CAPA) µ2 (ACA) y µ3 (ANCA) son iguales y por tanto
las diferencias encontradas pueden explicarse por el azar. Es decir, no hay diferencias
entre el clima de aula percibido por los alumnos, ni en auto concepto del alumno y ni
en la aceptación de las normas de conducta que afecten el clima de aula: Hipótesis nula
(H0): µ1= µ2= µ3
Las medias de los grupos µ1 (CAPA) µ2 (ACA) y µ3 (ANCA) no son iguales, o al
menos uno de los grupos tiene una media distinta del resto de grupos. Es decir, si hay
diferencias entre el clima de aula percibido, ni en auto concepto del alumno y ni en la
aceptación de las normas de conducta que afecten el clima de aula: Hipótesis alternativa
(H1): µ1≠ µ2≠ µ3.
Con base en los datos recabados y analizados con SPSS 25, para el análisis de ANOVA,
se calcularon por grupo las Medias (M), la Desviación típica (DT), el Error estándar de la media
(EEM) y el intervalo de confianza (IC). Como se puede observar en la Tabla 7, las medias
comparadas son diferentes: Entre la variable-factor Clima de Aula (VFCA), entre los intra-
grupos CAPA, ACA y ANCA.
Tabla 7
Tabla ANOVA
Suma de
cuadrados
gl
Media
cuadrática
F
Sig.
CAPA
CA_A7
Inter-grupos
76.908
2
38.454
134.062
.000
Intra-grupos
42.165
147
.287
Total
119.073
149
ANCA
CA_A4
Inter-grupos
116.823
2
58.412
163.522
.000
Intra-grupos
52.510
147
.357
Total
169.333
149
ACA
CA1_F1
Inter-grupos
5.624
2
2.812
14.075
.000
Intra-grupos
29.369
147
.200
Total
34.993
149
Fuente: Elaboración propia con SPSS 25.
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Asimismo, se reseña a continuación los siguientes datos descriptivos: Para la dimensión
CAPA, la M es de 3.88, con una DT de .893 y EEM de .072. Es decir, el Clima de Aula
Percibido es casi adecuado (aunque estando en la escala de 3, puede ser ni adecuado ni no
adecuado).
Para ACA, la M es de 1.67, con una DT de .484 y EEM de .039. Es decir, los alumnos
se sienten aceptados por sus compañeros (aunque estando en la escala próxima a 2,
puede que se sientan no aceptados).
Para ANCA, la M es de 3.86, con una DT de 1.066 y EEM de .087. Es decir, los alumnos
aceptan no del todo las normas de conducta (aunque estando en la escala 3, puede que
sean indiferentes a la norma de la institución).
Como se puede observar el resultado de la ANOVA, calculado a través del programa
SPSS 25. Se ha descompuesto la variabilidad total en dos filas: suma de cuadrados inter-grupos
(entre los distintos grupos) y suma de cuadrados intra-grupos (dentro de cada grupo), divididas
por sus correspondientes grados de libertad para obtener sus varianzas ANOVA (Stockburger,
1998 y Martínez, Sánchez-Villegas y Faulín, 2006): La suma de cuadrados inter-grupos con
una media total de 76.908 para CAPA, de 116.82 para ANCA y de 5.624 para ACA. Una
varianza inter-grupos de 38.454 para CAPA, de 58.412 para ANCA y de 2.812 para ACA. Una
varianza intra-grupos de 0.287 para CAPA, de .357 para ANCA y de .200 para ACA. Y un
cociente de varianzas F=134.062 para CAPA, de F=163.522 para ANCA y de F=14.075 para
ACA. Da como resultado un valor de p asociada a F, con valor a 0.000 en las tres dimensiones
de CAP.
Una vez que el valor de la distribución F es conocido y está tabulado en los tres grupos
CAPA, ACA y ANCA, y las tres con una p asociada de 0.000. Se rechaza la hipótesis nula
(Ho): µ1= µ2= µ3. Y se concluye que, si hay diferencias entre CAPA, ACA y ANCA. Debido
a que existe diferencia en todas las medias de los grupos µ1 (CAPA) µ2 (ACA) y µ3 (ANCA).
O al menos en un grupo cuya media es distinta a la media del resto de los grupos. Es decir, el
Clima de Aula en las secundarias de la Zona Escolar 028 de Amozoc de Mota Puebla, si influye
en el clima de aula percibido por el alumno, el autoconcepto que tienen y la aceptación de las
normas de conducta en la convivencia escolar, ya que estas dimensiones son estadísticamente
diferentes: Las medias de los grupos µ1 (CAPA) µ2 (ACA) y µ3 (ANCA) no son iguales, o al
menos uno de los grupos tiene una media distinta del resto de grupos. Es decir, se acepta la
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hipótesis alternativa, si hay diferencias entre las medias de CAPA, ACA y ANCA (H1: µ1≠
µ2≠ µ3).
Discusión
De acuerdo con los resultados de este estudio descritos, se puede observar que el
profesor de secundaria no se siente apreciado ni valorado por parte de los padres de familia, ni
por sus autoridades en su centro de trabajo (director) y un poco menos por la supervisión escolar
(en ese orden). Lo cual estrictamente no cumple con el objetivo del Plan Nacional de
Convivencia Escolar, desde su perspectiva de Clima Social Escolar, debido a que no se es
promueve ambientes de convivencia escolar armónica, pacífica e incluyente. El padre de familia
es el núcleo y el pivote en la convencía escolar, porque la educación empieza en casa y en los
padres recae la función de fomentar en sus hijos el respeto (a otros), la obediencia (adultos y
autoridades), la regulación de las emociones (la ira, el enojo y las emociones de frustración) en
la convivencia con adultos y sus compañeros, tanto en la escuela como en sus relaciones fuera
de ella (en casa, en los trabajos, en la sociedad en general).
Asimismo, el fortalecimiento de los valores familiares se debe dar a partir de esta nueva
tendencia en la composición familiar. Tanto en México como en otros países, existen 11 tipos
de familias (desde el tipo clásica hasta las formadas por padres/madres del mismo sexo con
hijos, con un solo padre o madre con hijos hasta familias con perros que tratan y viven como si
fueran sus hijos), por ende, el aprecio por la diversidad y el fortalecimiento de los valores
familiares (Trabajo integral con la familia) es fundamento del clima social escolar en sus dos
perspectivas: el clima escolar y el clima en el aula (Tuvilla, 2004; Pineda-Alfonso y García-
Pérez, 2016; Celkan et al., 2015; Gómez, 2017). Porque los hijos, los alumnos replican lo vivido
en casa (aprendizajes, formas de pensar y formas de vivir) y lo fortalecen o modifican a partir
de lo aprendido en clase, en la escuela a través de la enseñanza y el ejemplo del profesor.
En este último aspecto, en los resultados analizados se puede observar que el profesor
de secundaria no siente el apoyo ni se siente valorado por parte de sus compañeros de trabajo
(colegas o pares y por parte de los directivos). El profesor es un agente de andamiaje en el clima
escolar, quien debe promover el desarrollo de los alumnos desde una perspectiva personal,
social y académica. Si bien él también es parte de las estratégicas del PNCE, en el
establecimiento de vínculos positivos entre los alumnos y los profesores. Es también, el
promotor de un clima afectuoso y de seguridad, con normas y límites claros, con el ejemplo que
da en sus relaciones con sus homólogos en la escuela. Los alumnos son testigos del desempeño
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emocional y de convivencia del docente para con sus autoridades, sus pares y los padres de
familia.
Las limitaciones del estudio se presentan desde la perspectiva del clima escolar, cuando
se es posible un análisis de la satisfacción escolar en los docentes, alumnos y padres de familia.
En este último rubro, es preciso considerar la revisión del contenido de los factores desde la
opinión de los padres de familia, ya que la educación y la formación que se genera desde casa,
desde la familia. Y es donde recae las implicancias para los estudios futuros del tema de
investigación, Con la formación de una adecuada convivencia para brindar las bases necesarias
para presentar en los establecimientos educativos los resultados y someterlos a contraste
empírico. Con ayuda del análisis de ecuaciones estructurales que se revela como un instrumento
adecuado para el tipo de ajustes del futuro de esta investigación.
Conclusiones
Con base en los resultados analizados y en las interpretaciones de los comportamientos
de los alumnos se secundaria de la zona escolar 038 en Amozoc de Mota Puebla, podemos
concluir que el rol del docente dentro del aula es de primordial importancia en el clima de aula
que perciban los alumnos. Los alumnos se sienten bien entre ellos, aceptados y respetados con
base en la postura conciliadora, interventora y de autoridad del profesor. Además de presentar
una imagen de preocupación hacia el alumno, que lo motiva no solo a asistir a la escuela, sino
que también le refuerza la autoestima, la valentía y el respeto por sus compañeros. Con la
presente investigación, nos podemos dar cuenta que, si el profesor es un mal ejemplo de
convivencia con sus pares y autoridades, el alumno tomará el mismo rol con sus compañeros.
Si bien, parte de los valores de conducta vienen de casa, el alumno los reforzará o evitará con
base a los valores que presente, represente y actúe el profesor dentro, fuera y alrededor el aula.
Aspecto importante que preocupa y ocupa en estrategias al Programa Nacional de Convivencia
Escolar (PNCE). Pero también debe de hacer reflexionar al mismo profesor, sobre su labor
social y, académica que tiene con el alumno. No solo es impartir clases y controlar un grupo de
jóvenes, es reflexionar sobre el rol de formador, instructor y agente de cambio en la vida diaria
del adolescente, que adolece de una identidad, madurez y control de sus emociones.
Finalmente, el Clima Escolar como el clima de aula, se construye por la calidad de las
relaciones entre los agentes educativos, como son las autoridades educativas (secretarios de
gobierno, directores de sección, jefes y supervisores), las autoridades escolares en la escuela
misma (directores), el personal administrativo (secretarias y asistentes), los padres de familia y
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los alumnos. Entonces, para construir un clima social-escolar afectivo, se requiere de
convenciones sociales y hábitos de cortesía, la promoción de valores éticos y el cuidado del
otro (en la convivencia) y las relaciones familiares (en la administración y sostenimiento de la
escuela. Con la implementación de estrategias de Marketing Educativo se puede ayudar a
mejorar la convivencia y promover las relaciones basadas en el respeto y la aceptación.
Fortalecido en con los planes y programas educativos y las estrategias de convivencia escolar,
lo que desarrollará en los alumnos, docentes, directivos y padres de familia actitudes asertivas,
críticas, con valores y conciencia analítica.
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