innovación, dicho vértice es la implementación de las ideas” (Hernández, Alvarado y Luna, 2015,
p. 138).
En la sociedad digital, ser innovador implica tener cualidades y habilidades que permiten
combinar ideas, relacionarlas, asociar conceptos e integrarlos en un todo útil, que lleva a un
producto único novedoso. Ser creativo es producir ideas originales, novedosas, espontáneas, de
relevancia, que permitan transformar un hecho o situación de la realidad. “La innovación es una
competencia susceptible de aprenderse y practicarse” (Hernández, et al. 2015, p. 140). Así, la
universidad debe repensarse, responder a las preguntas de los estudiantes ¿para qué voy a la
universidad? ¿para ser creativo?; el reto es indagar sobre la forma de desarrollar la innovación en
la formación profesional asumiendo que el principal activo es el conocimiento.
La Teoría de J. Guilford, desarrollada con sus colaboradores desde 1950 en la universidad
de California del Sur, considera que existen dos estilos de pensamiento: convergente y divergente.
El pensamiento convergente es secuencial, ordenado, se desplaza en una dirección establecida,
permite llegar a conclusiones lógicas e intenta llegar a la respuesta correcta; en cambio el
pensamiento divergente implica mirar desde distintas perspectivas, procura más de una respuesta,
rompe con esquemas rígidos, no se basa en suposiciones únicas y previas, establecer reformas
sobre lo que parece insólito o inútil, transitar por caminos impensados, investigar para producir
algo novedoso, en síntesis está más relacionado con la creatividad.
La Teoría de Edward De Bono del año 1967, considera la existencia del pensamiento lógico,
racional, convencional o vertical, en el que recorremos senderos ya transitados, usamos
experiencias y situaciones afines, pero, ese pensamiento lógico (fundamentalmente hipotético
deductivo) pierde su utilidad cuando se procura soluciones a problemas nuevos. La mente
desarrolla modelos clásicos de conceptos, lo que impide el uso de la nueva información existente,
salvo que surja algún medio de reestructurar los modelos vigentes, con nuevos datos, volviendo
a mirar, para incorporar nuevas soluciones, creativas, acorde a la necesidad, ese sería en síntesis
el objetivo del pensamiento lateral. El foco central de esta teoría, está en observar los retos desde
un ángulo diferente, donde urge el desarrollo de competencias transversales desde la formación
inicial universitaria.
Complementa a la creatividad y la innovación; la investigación científica, definida como
un proceso complejo, sistemático, de resolución de interrogantes y producción de conocimientos,
que tiene reglas propias, las cuales prescriben cómo se asegura que el proceso de indagación
Revista de Investigación Apuntes Universitarios
ISSN 2312-4253(impresa)
ISSN 2078-4015(en línea)