patrones forman parte del sistema educativo de un modo implícito o explícito, sean conscientes o
no.
(…) aunque en la educación, en sentido estricto y riguroso, los valores como fines u
objetivos deben tender a ser plenamente conscientes, admitidos racional y
voluntariamente e, incluso, sometidos a crítica suficiente acerca de su validez, importancia
y grado de viabilidad y aprovechamiento. (…) dichos valores presuponen (…) una
ideología, una concepción del hombre, del mundo y de la vida, y que inciden tanto en el
campo sociocultural como en el antropológico y ético. (Sanvisens, 1984, pp. 18-19)
Por ende, cada ideología posee diferentes escalas de valores debido a que parten de
disímiles modelos antropológicos, en consecuencia, las metas educativas probablemente difieran
entre sí. Ahora bien, sea cual fuere la ideología dominante, el acto educativo tiene que ser una tarea
perfectiva y optimizadora de la naturaleza humana; de lo contrario, no podríamos denominar este
hecho como “educación”.
Relación entre educación, valores e ideología
En los sistemas educativos de diferentes países hay referencias explícitas a los valores. Los
modelos axiológicos predominantes son los que permiten que prevalezcan unos valores sobre otros;
sin embargo, no se puede negar su presencia como una constante universal en los diseños
curriculares de todos los países. Ahora bien, la situación es que, por lo general, toda ideología
admite un doble sentido que promueve el hecho de que no siempre lo que se dice es lo que
realmente se transmite (Chancusi y Peralvo, 2016). Bajo este concepto, Sauter y Rodríguez (2005)
presentan una reflexión de Puelles (1986) que nos afirma que:
(...) la ideología se emplea en una doble acepción, hoy comúnmente admitida: de un lado,
como concepción del mundo propia de un determinado grupo histórico concreto; del otro,
como deformación de la realidad, como falsa representación que emana de un grupo
social; enmascara una situación de intereses ligada a una estructura social determinada
(Puelles-Benítez, 1986; cit. en Sauter y Rodríguez, 2005, p. 106).
La educación promueve aquellos valores que están aceptados por la ideología dominante.
Sin embargo, la ideología imperante no garantiza la satisfacción de las necesidades de todas las
personas ya que, a su vez, también existen grupos particulares que bregan por anteponer sus
intereses reinterpretando los principios de la ideología. Sostiene Casillas (2019) que: “En ese
sentido, se hace una apreciación crítica de reconocer los valores, la ideología y la práctica política
que se esconde tras la práctica del currículum” (p. 6). Ante esta situación Torres (2002) plantea
que:
Revista de Investigación Apuntes Universitarios
ISSN 2312-4253(impresa)
ISSN 2078-4015(en línea)