de conversación en La Catedral: “Un trabajo con mucha diversión, pero también con mucho
trago, putas, vida desordenada, sin fines de semana, poco sueldo” (p.10). En esencia, no es
como se ha especulado en la literatura, es un trabajo con consideración a las opiniones contrarias
que promueve la pluralidad. Los tres autores del libro coinciden en que se iniciaron a una edad
adulta en el periodismo. Juan Carlos Tafur referencia que: “Federico Salazar fue el contacto.
Su papá, Arturo, era el director de La Prensa, desde el 80, cuando devuelven los periódicos a
sus legítimos propietarios” (p.17) Es la empresa periodística la que abrió las puertas y le
permitió iniciarse en el periodismo, donde no fue recibido con entusiasmo, por el contrario,
existía un boicot permanente. Es transcendental la independencia política de los empresarios
sobre medios de comunicación para mantener el pluralismo informativo e investigación, pero
en esencia es imposible; porque despiden constantemente a los directores por conservar esa
independencia. Es común en los tres autores del libro contar con una profesión ajena al
periodismo, como el caso de Juan Carlos Tafur quien es psicoanalista: “Inclusive viví un año
como acompañante terapéutico o ‘amigo calificado’ de un paciente esquizofrénico. Él tenía 38
años y yo 23. Acababa de egresar” (p.21) En la misma línea se ubica Rosa María Palacios,
quien revela que su interés giraba en torno a la política peruana, por lo que estudió derecho;
aunque la fascinación por el periodismo la inicia muy tarde: “Todos los elementos que sirven
para ser periodista estaban ahí, pero yo no lo veía. Luego pasó esa famosa anécdota con Pedro
Salinas y Jaime de Althaus, que he contado tantas veces. Expreso había logrado formar un canal
de cable…” (p.26)
La segunda parte del libro se refiere a “Compitiendo entre nosotros y padeciendo a los
propietarios” y gira en torno a la competencia de Juan Carlos Tafur como director de Correo y
Álvarez Rodrich director de Peru.21: “En la definición de la portada, con el equipo de cierre,
siempre especulábamos qué iba a poner mañana en su portada el hijo de puta de Tafur [risas].
Cuando él dejó Correo la competencia ya fue mucho más sencilla” (p.35) En relación a los tres
autores del libro, Rosa María fue amiga personal de los dos compañeros de trabajo dentro de
esa competencia. La intromisión de los gerentes empresariales era una constante en sus trabajos,
lo cual reconocen que dificulta la independencia periodística, y de igual forma interfería en las
críticas mordaces a los presidentes de turno; así presionaban a Tafur: “Él me decía: ‘Haz lo que
quieras, pero no te olvides de que yo soy dueño del papel y de la tinta’ [risas]” (p.43). Este
incidente demuestra que el buen periodismo se torna difícil de realizar en las condiciones
previstas de la interferencia gerencial. Por otro lado, los autores establecen discrepancias
marcadas entre el periodismo escrito y la televisión, avizoran el futuro de los medios de
Revista de Investigación Apuntes Universitarios
ISSN 2312-4253(impresa)
ISSN 2078-4015(en línea)